 |
 |
|
 |
|
 |
|
Si a menudo se te ponen las manos y/o pies fríos, debes poner atención
pues aunque esto no es una enfermedad si puede ser un síntoma que avisa
de algunos desequilibrios que suceden en nuestro cuerpo.
¿Por qué se enfrían las manos y los pies?
En las manos y los pies existen muchas terminaciones nerviosas,
arterias y vasos sanguíneos. Los nervios autónomos controlan el diámetro
de nuestras arterias y, por lo tanto, regulan la aportación de sangre
hacia la periferia de nuestro cuerpo. Cuando, por cualquier causa,
nuestras arterias se contraen, entonces el flujo de sangre es menor, la energía y circulación se bloquea y entonces nuestras extremidades no sólo se enfrían sino que se ponen pálidas e incluso insensibles.
Hay ciertas enfermedades que pueden provocar que nuestras manos, pies o
dedos estén constantemente fríos, principalmente aquellas relacionadas
con nuestro sistema circulatorio.
Afecciones que pueden provocar manos y pies fríos:
-
Mala circulación sanguínea
-
Vasculitis: vasos sanguíneos inflamados
-
Vasos sanguíneos envejecidos y débiles
-
Algunos casos donde haya enfermedades reumáticas.
-
En algunos casos de fumadores.
-
El síndrome de Raynaud.
-
Arterioesclerosis
-
Problemas renales
-
Abuso de medicamentos
-
Presión baja
Causa principal de las manos y pies fríos
Las manos y pies fríos pueden deberse principalmente a exceso de estrés o a conflictos emocionales, los cuales repercuten en nuestro cuerpo causando síntomas como este.
Cuando estamos bajo mucha presión o nerviosismo, ya sea por no querer
soltar algo en nuestras vidas que se tiene que ir, por no querer hacer
contacto con algo que nos provoca dolor
o existe alguna situación o circunstancia que nos cause miedo, temor,
ansiedad, inseguridad, etc., nuestro sistema nervioso se desequilibra,
se tensan nuestras arterias y venas, y la sangre
no puede fluir hacia la periferia. Es por eso que cuando vamos a
presentar un examen, hablar en público, o está por ocurrir algo nuevo en
nuestras vidas, o estamos a la expectativa de algo que deseamos o que
no sabemos, entonces nuestras manos y pies pueden ponerse fríos.
Hay algunas circunstancias emocionales que son menos evidentes y que
también hacen que los pies estén constantemente fríos. Por ejemplo,
cuando somos demasiado perfeccionistas y estamos constantemente
nerviosos de cómo va a salir algo, cuando nos guardamos lo que sentimos y
no queremos o podemos entrar en contacto con los demás y somos “fríos”, “distantes”,
o cuando somos poco sensibles con nosotros mismos y con lo que nos
rodea. Todo esto, aunque parezca no tener relación con nuestras manos o
pies fríos, nos dice que dentro de nosotros no estamos tranquilos, por
lo que nuestro sistema nervioso reacciona provocando una serie de
síntomas como este.
Otra condición emocional que puede provocar este síntoma es el sentir que “podemos ver y escuchar, pero no tocar”. Lo cual ocurre a las personas que desean algo pero que se sienten inseguras de tocarlo o tomarlo.
¿Cómo evitar que se nos pongan frías las manos y los pies?
Lo primero sería seguir una dieta que nos ayude a fortalecer nuestro
sistema circulatorio, como evitar grasas nocivas, exceso de sal y
condimentos, así como evitar azúcar y harinas refinadas que solo llenan al cuerpo de toxinas y desmineralizan sangre y tejidos.
Se debe incluir vegetales frescos muy a menudo en la dieta, ya sea en
ensaladas o en jugos frescos, e incluir frecuentemente zanahoria,
tomate, cebolla, alfalfa, aloe o nopal y apio.
Todos estos vegetales son reconstituyentes de nuestro sistema
circulatorio. La toma de ajo crudo también es uno de los mejores
remedios para fomentar una adecuada circulación sanguínea. Se debe tomar
un ajo en ayunas o en la noche si el olor molesta. Beber dos litros de
agua al día, incluir leches vegetales, aguacate, aceite de oliva extra-virgen, chía y cereales integrales debe ser básico en la dieta diaria.
Por otro lado, se debe practicar diariamente ejercicio, el cual ya se
sabe lo medicinal que es para el cuerpo, pues las arterias, venas y
todos los sistemas y tejidos se fortalecen, nutren y el cuerpo se oxigena y llena de energía nueva. Si hacemos ejercicio diariamente será menos probable que nuestras extremidades se enfríen..
Y como complemento a todo este tratamiento, sin duda debemos observar
más lo que sentimos y negarlo menos. Aguantarnos la expresión afectiva, sentir miedo o estar tensos
son solo actitudes que tomamos cuando nos sentimos inseguros de lo que
somos o queremos aparentar algo que no somos. Se recomienda observarse y
aceptarse uno tal cual es, trabajar con las debilidades y poco a poco
ir entendiendo que lo mas importante en esta vida es establecer un
contacto con nosotros mismos que nos haga sentir cada vez más seguros,
amorosos y llenos de confianza. Debemos descubrir a la bella persona que
hay dentro de nosotros y permitir fluya desde nuestro corazón hacia
todo lo que nos rodea.
fuente:
http://www.biomanantial.com |
|
|